Damian Ibarguren

Organizado por Saladero 19, fueron convocados unos 70 artistas, vinieron delegaciones de Argentina y Venezuela, además de los nacionales que llegamos desde varios puntos del país.
Para los que no conocen, vale la pena comentarles que Casa Blanca es un pueblo de unas 80 casas quizás, una iglesia, la pulpería, el club y el frigorífico. En estas 3 jornadas se pintaron cerca de 15 murales en diferentes puntos del pueblo, se crearon esculturas, participaron en la noche grupos de danza, payasos y cantores.
Si bien las jornadas durante el día eran de mucho trabajo, siempre había momento para intercambiar opiniones y darle una mano al otro. También había pintores que cantaban, escultores que bailaban y poetas que sacaban fotos. Una de las constantes en este encuentro fue el uso del color.
Los vínculos creados entre los artistas, fueron tan importantes como los creados con los propios pobladores del Casa Blanca, amables y entusiastas de los pintores que trabajan en la casa o cerca. No faltaron quien se subieron a los techos par colgar un alambre, arrimaron una herramienta, focos de luz para los que no paraban en la noche. Muchos de los pintores fueron invitados a comer en las propias casas que pintaban.
Cada trabajo tenía sus propios fans y los niños eran verdadero hinchas de su pintor favorito.
El intercambio culturar realizado, mas el nivel de las creaciones, hacen de este encuentro uno de los mejores del Uruguay. Totalmente financiado por el capital privado, sin el mínimo interés por parte de las instituciones.
Otra foto, otro lazo de amistad, un saludo, sigue lloviendo en Montevideo y yo sigo con el sol de esos días