CREADORES INTERVINIERON ARTISTICAMENTE UN PUEBLO

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Un empresario alemán, un cineasta mexicano y una pareja de jóvenes uruguayos reunieron a 60 creadores de Venezuela, Argentina y Uruguay para intervenir artísticamente un pueblo de 400 habitantes en el litoral uruguayo.

La experiencia se desarrolló desde el viernes hasta la madrugada de hoy en Casa Blanca, una pequeña localidad ubicada a orillas del río Uruguay, en el departamento de Paysandú, a unos 380 kilómetros de Montevideo, informa Dpa.

Escultores, músicos, diseñadores, realizadores cinematográficos, estudiantes, fotógrafos y pintores "ocuparon" el pueblo e instalaron sus obras en espacios libres, en las paredes de las viviendas y compartieron sus experiencias en charlas, conferencias, exposiciones, espectáculos y proyecciones audiovisuales.

Alejandro Curto, un artista-artesano dejó como testimonio un caballo de tamaño natural, hecho con ramas, alambres, tornillos, tuercas, barras de metal y hasta restos de bicicleta.

"Esta es mi forma de comunicarme, de entregarme a los otros", dijo Curto a Dpa, mientras no lejos de su espacio de trabajo, artistas venezolanos pintaban la fachada de una vivienda con el retrato de un anciano analfabeto, de 80 años, que vive en Casa Blanca, construye sus propias guitarras y dice ser músico autodidacta.

Casa Blanca es un pequeño poblado, a 15 kilómetros de la ciudad de Paysandú, capital del departamento del mismo nombre. El conglomerado de casas que lo forman se fue desplegando alrededor de un frigorífico que abastece el mercado interno y a la exportación de carne vacuna, y que emplea a gran parte de los habitantes.

Eugenio Schneider, empresario de origen alemán, es dueño del establecimiento industrial y quien respaldó financieramente el proyecto, además de integrar el jurado que valoró las obras y concedió un premio en efectivo para el ganador.

Su yerno, Salomón Reyes, mexicano, se encargó de coordinar toda la programación y la logística y los uruguayos Jandra Pagani y Mario Sarabí fueron coordinadores e impulsores del proyecto denominado Encuentro Internacional de Arte e intervención espacial 2012.

Los pobladores quedaron sorprendidos y agradecidos por el aporte a "la nueva cara del pueblo", como dijo a Dpa María Luisa, una mujer que barría el frente de su casa y veía con entusiasmo el trajinar de hombres y mujeres que rompía la monotonía del lugar.

Para Pagani "fue una experiencia estimulante" que impulsa el intento de preparar una segunda edición para el año próximo, con el aporte de más artistas y de otros países de América Latina.

"El tamaño del pueblo no significa mucho porque, afortunadamente el arte no responde a medidas ni a convenciones establecidas. Lo que sí podemos afirmar es que "Espacial 2012" no es un concurso de arte sino la oportunidad de conocernos e intercambiar las historias creativas de cada uno", resumió Pagani.